Muchos viajan para disfrutar, otros para trabajar... no se sí la mayoría viajara para compartir... por suerte mi primera experiencia fue de ir a aprender lo que muchos compartieron y desde entonces busco que todo viaje tenga ese objetivo.
Esa oportunidad me hizo comprender que la voluntad de los que quieren lograr un cambio provocan los verdaderos cambios, en ese extraño escenario me gustó comprender que nos debemos hacia los demás, aprendí que hay nuevas maneras de aprender y también de ganarse la vida, muy diferentes a las que el sistema educativo de El Salvador ofrece.
Aprendimos que compartir es mejor que esconder, aprendimos que cuando se esfuerza uno pro los demás el beneficio lo abarca a uno también, que las diferencias físicas o culturales no superan a las similitudes de espíritu y corazón, entender que ser humano no tiene límites ni fronteras, ni barreras de idiomas :P.
Muchas gracias por todo a aquellos que nos permitieron ver mas allá de lo que conocíamos como la realidad de nuestras fronteras mentales y sociales, al que nos empujó a ir, a la que nos prestó el primer fondo, a los que gestaron el financiamiento y a los que nos recibieron para compartir :)
Mas que recibir fuimos a aprender a entregarnos.